martes, 17 de junio de 2008
Hoy, recluida en mi soledad, reclamo a todas las fuerzas de la naturaleza, reclamo al trueno, al rayo, a la lluvia, reclamo el granizo y la nieve. Reclamo la furia de los vientos, reclamo al sol, al día y a la noche, a la luna y las estrellas. Reclamo al trueno, para que su ruido acalle mis lamentos, reclamo el rayo, para que ilumine mis tortuosos pensamientos. Reclamo la lluvia, un aguacero imparable, para que limpie mi alma herida, al granizo para que golpee y aniquile este tormento, y a la nieve para que congele este inmenso dolor.
Reclamo el tibio sol de la mañana para que caliente mi alma fría, quiero el día, para confundirlo con la noche y a la noche confundirla con el día. Que los fuertes vientos, huracanes y tornados arrasen de mi vida todo dolor, toda angustia y toda desolación, y me traigan esa dulce paz que tanto ansío. Reclamo la luna para dormirme serena entre sus brazos. Reclamo las estrellas para que iluminen mi nuevo caminar en el sendero de la vida, y en mi corazón no haya más sombras.
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